-No oficial, usted totalmente equivocado.
-Está seguro? Porque son varios vecinos los que comentan que usted le ha pegado y maltratado a su mujer en más de una oportunidad.
- Esas son pavadas que la gente anda hablando por ahí. En este barrio nunca faltan gente de mala fe, y envidiosa, que lo único que hacen es hablar mal de los demás porque no pueden hablar de su propia vida.
- Si, ni me lo diga. Usted no me creería si le digo que hasta hablan mal de nosotros. Los que todos los días salimos a la calle y arriesgamos nuestra vida para protegerlos. Para qué? Para que digan que somos una manga de corruptos y delincuentes.
- Ahí tiene. Usted arriesga su vida por ellos y así es como le pagan. Oficial, usted me conoce. Todo el barrio sabe que soy un hombre de bien, que nunca haría algo semejante.
- Si, todos aquí todos conocemos su reputación señor. A decir verdad también conozco su negocio. Me gustan mucho los productos que usted allí vende, especialmente sus diseños.
-Es un gran alago lo que me dice oficial. Por qué no pasa mañana y así le hago un sombrero a medida? Sería un placer.
- A decir verdad el viernes cumplo veinte años de casados, y me gustaría regalarle algo a la Isabel. No quiero que se lo tome a mal, pero me encantaría regalarle un sombrero como el que lleva puesto su señora.
-Quédese tranquilo oficial, para el viernes lo tiene.
- No sabe lo que le voy a agradecer. Ah, y no se preocupe y deje esos rumores de lado. Si su mujer no dijo nada, es porque no tiene nada que decir.
- Me alegra que nos entendamos. Como usted dice, el día que mi mujer tenga que decir algo de mi, lo dirá.
martes, 26 de agosto de 2008
Nada que decir ?
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